Todos tenemos ideas de negocios, sin embargo no todos materializan esas ideas. Algunos creen que el proceso es de la idea a la ejecución, pero hay un largo camino que hay que recorrer para formular buenas ideas de negocios para cuando llegue el momento la ejecución sea efectiva.
No quiero decir con esto que hay que durar todo una vida madurando una idea, me refiero a factores importantes que hay que tomar en cuenta antes de convertir una idea en actividades productivas.
Cuando surgen buenas ideas de negocios sólo se produce una concepción, igual que sucede cuando el espermatozoide se une con el óvulo en el vientre materno. Constituye únicamente el momento mágico que da inicio a una nueva vida. Luego tienen que transcurrir 9 largos meses para que ésa vida ocupe el mundo.
No se puede transitar de la concepción al alumbramiento inmediatamente. Esto quiere decir que no se pueden tener buenas ideas de negocios y colocarlas de inmediato en práctica. Ello no tiene nada que ver con virtudes o defectos de la propia implementación. La gestación o formulación de la idea no tiene nada que ver con la ejecución.
Carlos Nava Condarco
Las ideas deben gestarse en la mente del emprendedor o en el “cerebro corporativo”, nunca en el mercado. La formulación de la idea es un proceso reflexivo no operativo.
Buenas ideas de negocios pueden surgir en gran número y velocidad, pero son solo células fecundadas en tanto no tengan un razonable y enriquecedor proceso de gestación. Y luego, por supuesto, puedan ejecutarse apropiadamente.
Hay personas y organizaciones muy “productivas” en la producción de ideas de negocios, pero si no existe paciencia para analizarlas y enriquecerlas en cada proceso antes de ejecutarla, nunca veras los resultados que desea.
A continuación te mostraré algunos factores fundamentales a tomar en cuenta en el proceso de formulación y ejecución de ideas de negocios.
El Tiempo
El pensador estratégico es un gran productor de ideas, sabe perfectamente que el tiempo es fundamental para madurar una buena idea de negocio.
Las buenas ideas de negocios necesitan florecer con el tiempo, trascender los interrogantes y cuestionamientos que éste plantea progresivamente. De esta manera se desarrollan y fortalecen, así toman forma concreta y funcional.
Cuando las ideas están sometidas a presión negativa de tiempo, tienen “partos prematuros”, débiles y riesgosos.
No existe un tiempo específico a considerar en el tema del tiempo. Existen registros de ideas que maduraron la mitad de la vida de una persona y recién se hicieron realidad y otras que toman semanas o pocos meses.
Las buenas ideas de negocios debe someterse al transcurrir de un periodo de tiempo, esto es lo importante. Solo el tiempo (bien empleado en investigaciones) te dirá si este proyecto que tienes en la mente es rentable.
Reflexión
Esto es “pensar o considerar algo con atención y detenimiento, para estudiarlo o comprenderlo bien”.
No se trata solo de “pensar” en la idea, hay que hacerlo con atención (concentración, enfoque, pasión y determinación), y detenimiento. Estudiarla hasta comprenderla bien. Modificarla, pulirla, darle forma progresivamente.
Las buenas ideas de negocios son una entidad absorbente, giran en la mente a toda velocidad y a cada instante. Toman posesión de su creador y le exigen dedicación. No amerita sólo pensar en ellas, debe hacérselo con detenimiento, estudio y comprensión. Esto es reflexionar.
Interacción
A medida que la idea toma cuerpo en la mente, es indispensable interactuar con otras personas para someterla a prueba. Muchos no le otorgan crédito a esto y cometen un lamentable error.
Frecuentemente existe temor a que una buena idea sea copiada o hurtada por otros, y por ello se mantiene reserva. Pero si las cosas se hacen bien, estos extremos no tienen por qué manifestarse. No se trata, por supuesto, de compartir inquietudes con competidores o personas que tengan afanes similares, pero deben someterse necesariamente al juicio de alguien más.
La participación de otras personas suma energía a la germinación, la enriquece, muestra puntos muertos en la visualización de las cosas y evita la comisión de errores. El valor de esto supera en mucho el riesgo que la idea trascienda prematuramente.
Gracias a la interacción se supera ésa tendencia que tienen los emprendedores al autoengaño y el auto convencimiento, e igualmente la lógica que existe en las organizaciones de no “objetar” las ideas del jefe o situarse en la comodidad del flujo convencional de las cosas.
Las buenas ideas de negocios deben colocarse “bajo fuego”. En tanto más, mejor. Y ello solo es posible a partir de la interacción.
Visualización del mercado
Esto no tiene nada que ver con un estudio de mercado. Es más, éste último no siempre es recomendable en el proceso de gestación. Las buenas ideas de negocios pocas veces tienen antecedentes o referentes en el mercado, en ello radica precisamente su valor. ¿Qué hubiera sido de la idea de masificación del automóvil si Henry Ford hubiera hecho previamente un estudio de mercado de los que se conocen ahora?
Lo que se necesita es “visualizar” el mercado. Tener un buen conocimiento de él y las dinámicas fundamentales que afectarán la idea una vez que se haya materializado.
Argumentación de las buenas ideas de negocios
Este es un aspecto fundamental. No basta concebir y gestar buenas ideas de negocios, hay que tener la capacidad de “venderlas” a los demás. Sin habilidades de ventas nada funciona bien en la vida. Todo concluye en un cesto grande de buenas intenciones.
Si las personas que sean necesarias para eventualmente ejecutar la idea no llegan a convencerse e impregnarse de las mismas emociones que tiene el creador, o bien la idea es mala o lo que es peor, no han existido las habilidades necesarias de argumentación y convencimiento.
Debe existir una básica capacidad de argumentar con detractores, pesimistas e incrédulos. Esto mismo enriquece el proceso de gestación, pero sobre todo garantiza que exista el apoyo fundamental para que la idea trascienda los procesos mentales en algún momento.
Los argumentos son consideraciones, justificaciones, sustentos y sensibilizaciones de la idea que el creador debe tener ordenadas y preparadas. Las buenas ideas de negocios posiblemente puedan considerarse procesos creativos de orden artístico, pero no deben tratarse como obras de arte sujetas a la interpretación del espectador. Tienen forma definida y deben entenderse y aplicarse así. Eso requiere argumentación profesional.
La transición de la formación a la ejecución
Si tienes la mejor idea de negocio y no la convierten en actividades productivas no tienes nada.
Antes de poner a funcionar una idea de negocio debe tener un plan estratégico que incluya las estrategias necesarias para su implementación de parte del equipo de trabajo.
Te he dicho que hay que madurar la idea, pero no deje que se pudra en tu cerebro. Si tienes una buena idea de negocio, recuerda que hay millones de personas como tú que también están buscando buenas ideas de negocios, si no te decides a ejecutarlas es posible que digas como he escuchado a muchos decir, esa idea era mía, cuando ven el proyecto en manos de otra persona. Sabes algo, nunca fue tuya, solo estuvo en tu cabeza, las ideas de negocios dejan dinero, pero si las sacamos de la cabeza.
Conclusión
El individuo creativo, sea un emprendedor o la Organización que involucra esfuerzos en ello, es como una madre gestante. La concepción es apenas una parte mágica del proceso. Luego hay un periodo en que el ser toma forma, lenta y sanamente, al menos si se invierten los cuidados necesarios.
Con las buenas ideas de negocios es necesario tener la paciencia y el cariño que tiene una madre con su estado. No es fácil. Pero en ello mismo reside la oportunidad de destacar.
Carlos Nava Condarco
La ejecución de la idea es otra cosa. Otro proceso complejo en el que también se arriesga el potencial de las intenciones y visiones. Eso forma parte de otro análisis, uno en el que, al menos, ya existe una criatura con vida propia.